Algunas maquinarias y componentes eléctricos requieren lubricantes con características aislantes para evitar descargas eléctricas entre superficies a diferentes potenciales eléctricos que están presentes, por ejemplo, dentro de los transformadores. Estos sistemas generan una gran cantidad de calor que los lubricantes pueden ayudar a eliminar gracias a sus valores específicos de calor y conductividad térmica.